Tuesday, February 06, 2007

La vi por la noche, caminaba hacia su kasa con las manos en la cara, su ojos estaban enrojezidos de tanto llanto y su falda estaba rota. era muy pequeña para tener una vida como esa. su madre habia sido prostituta desde los 25, y se encargo de que su hija siguiera ese negocio. Ella tenia sueños, ella pensaba en algo mas, no queria esa vida. amaba leer, le gustaban las caricaturas escritas y los escritores romanticos. era parecida a cualquier muchacha de su edad, mas solo parecida. su verdadero amor era el arte, y podia pasar horas viendo como pintaban los artistas en los parques, o como los artesanos fabricaban la ceramica. ella habia hecho varios dibujos en su vida, mas nunca uno tan bello como los que adoraba ver. ciertamente era una chica muy lista, y varias veces se las habia ingeniado, sin hacer uso de su oficio, para obtener libros o dibujos. Su estilo de vida no opacaba su belleza. solia enamorarse como toda mujer a su edad. aprendio a detestar las noches, cuando algunos hombres,no siempre apuestos y caballerosos como los que habian descrito en aquel libro que le regalo un pintor en una tarde mientras ella lo observaba contener la imagen del atardecer, se acercaban y la tocaban como ella odiaba que lo hicieran. sentia que llegada la noche perdia su humanidad, que se convertia en un juguete para aquellos hombres. sufria por dentro. su rostro siempre era de tristeza, pero a ellos parecia no interesarles. amaba a las aves. siempre se levantaba un poco antes del alba a contemplar un cielo aun negro y una ciudad aun callada. amaba la vida en ese instante. en realidad disfrutaba la vida por unos momentos. esos momentos en los que caminaba libre por la ciudad. libre de peligros, sin mas sonidos que el de los animales que anunciaban la proxima llegada del Señor Sol. asi conforme avanzaban el diaaumentaba su alegria hasta la puesta de sol, cuando un terrible miedo y aungustia. sabia lo que volveria a suceder. Y aunque deseaba de corazon no regresar a casa, su belleza e inteligencia no le daban valor para caminar en direccion contraria. Temia tambien a la soledad, por mas sucia e indigna que fueran sus noches, no perdia la esperanza de que un dia terminaran. su nombre era Paola.

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