Y fue ante ti, defeña, que de hicieron pedazos las grandisimas barreras de mi corazon. fue por esos dias que se desmorono mi aislamiento y asentimentalismo, pero no lo hiciste con tus besos y tu tan entera forma de amar, como yo hubiese deseado, sino con tu indiferencia. Unos dias nada mas, fueron suficiente. Recorde ese dia, viendo Amelie, y no miento, casi lloro en la sala al recordar como me senti. No te culpo, ni te responsabilizo, pero no puedo tampoco eliminarte de la escena o dejar de asociarte con ese sentimiento. Esa calidad de observador con la que podia detenerme y tragarme el universo sin entrometerme en el tomara años en sanar. Me presentaste con la mas profunda tristeza, y nisiquiera lo supiste. No quedo mucho de mi despues de ese dia, aposte demasiado y perdi. Seguramente eso merecia por esperar algo, una reaccion positiva y no una neutra, de ti. Lamento no amarte solo porque si, pues te amaba porque estar contigo me hacia extremo feliz.pero ponerme a ver Amelie junto a ti mientras me ignorabas, eso fue tortura pura. ¿En serio eras inconciente de lo que sucedia en esa sala? si es asi, entonces comprendo el que no entiendas porque no solo dudo de ti, sino que me atasco de miedo de imaginarme de nuevo en una situacion similar, de hacer todo lo posible para caminar por Balbuena y recibir un saludo muerto, y aunque esto no llegue a suceder. Y no hay promesa humana que sirva para contrarrestarlo. No tengo nada bueno que decir, si el miedo y el amor se funden dentro de mi cuando pienso en ti.
Labels: Lagrimas