Me sonries y luego no haces gestos...

me saludas y luego me ignoras...

me haces subir y luego me dejas caer...

lo dices y me evades cuando yo lo digo...

...no se lo que quieres, pero me haras enloquecer.

Creo que encontré el punto medular de todo esto y el error del cual parten todos los demás. Mi error fue no convencer a Martin de quedarnos en el foro, pues, haciendo conciencia, no hubiera sido imposible hacerlo, a fin de cuentas era su muchacho estrella, me moría de ganas por quedarme, era mi último campamento como expedicionario en provincia, ademas lengua nunca me ha faltado. Pero no, me dejé llevar por las ordenes, y esas órdenes y ese moralismo marcaron demasiado la pasividad de mis acciones. En el camino de regreso, resentí tanto la situación, y mirando el mar de nubes sobre el océano, pensé en ti, tal como ahora. He ahí, el inicio de la cadena de errores, justo después del inicio de todo.

Desmarcando acciones.

Es lindo pensar que sentimos lo mismo, y triste pensar que lo hacemos en diferentes direcciones.

Es innegable, mi felicidad depende de ti... pero no mi amor por ti.